Asanas

Savasana: el arte de la relajación profunda

Descubre por qué Savasana es la postura más importante del yoga. Aprende técnicas de relajación consciente para integrar tu práctica y obtener resultados reales.

Lucía Fernández
Lucía Fernández

Especialista en Meditación y Bienestar

Savasana: el arte de la relajación profunda

Introducción a la postura del descanso

Mujer recostada en savasana con brazos y piernas relajados en descanso completo La mayoría de personas llega al final de una clase de yoga y piensa que ya terminó lo difícil. Tumbarse en una **colchoneta** durante cinco minutos parece simple. Pero **Savasana** (la postura del cadáver) es en realidad donde ocurre la **magia verdadera** de tu práctica.

Este es el secreto que muchos principiantes no entienden: Savasana no es un descanso pasivo. Es una integración activa de todo lo que tu cuerpo y mente acaban de experimentar. Durante esta postura, tu sistema nervioso procesa la práctica completa.

Qué es Savasana exactamente

Savasana viene del sánscrito: “sava” significa cadáver y “asana” significa postura. Te tumbas completamente relajado, boca arriba, con las piernas extendidas y los brazos a los lados. Parece fácil, pero esta aparente sencillez esconde una de las técnicas más desafiantes del yoga.

El objetivo no es dormir ni tampoco permanecer completamente despierto. Buscas un estado de conciencia relajada donde tu mente observa sin juzgar. Tu cuerpo está inmóvil pero tu conciencia sigue presente y activa durante todo el tiempo.

Muchos practicantes confunden Savasana con una siesta. La diferencia es crucial: en una siesta te duermes, mientras que en Savasana mantienes la atención consciente incluso en el descanso más profundo.

Por qué Savasana es la postura más importante

Beneficios del sistema nervioso parasimpático durante Savasana

Si practicas una sola asana en tu vida, debería ser Savasana. Mientras que las otras posturas trabajan tu cuerpo, Savasana trabaja tu sistema nervioso parasimpático. Este es el responsable de la relajación, la digestion y la sanación.

Durante el estrés, tu sistema nervioso simpático está activado. Tu corazón late más rápido, tus músculos se tensan y tu mente acelera. Pasas el día en este estado de “lucha o huida”. Sin Savasana, tu cuerpo nunca recibe la señal de relajarse.

La práctica de asanas prepara tu cuerpo para Savasana. Las posturas liberan tensión acumulada, mejoran la circulación y calman tu mente. Pero sin este descanso final, no completas el ciclo. Es como limpiar tu casa pero dejarla mojada sin secar.

Los estudios científicos demuestran que incluso diez minutos de Savasana reducen cortisol (la hormona del estrés), bajan la presión arterial y mejoran la coherencia cardíaca. Tu cuerpo necesita este tiempo para regenerarse completamente.

Beneficios físicos de la relajación profunda

Los beneficios físicos de Savasana van mucho más allá del simple descanso. Tu respiración se vuelve más lenta y profunda, oxigenando mejor tu cuerpo. Tu presión arterial disminuye naturalmente durante esta postura.

Cuando tu cuerpo está completamente relajado, tu sistema inmunológico se fortalece. Tu cuerpo destina más recursos a la sanación en lugar de a la supervivencia. Los músculos reciben nutrientes adicionales y las células se regeneran más eficientemente.

La práctica regular de Savasana también normaliza tu metabolismo, reduce la inflamación crónica y mejora la calidad del sueño. Muchas personas que sufren de insomnio encuentran alivio practicando Savasana regularmente antes de dormir.

Tu sistema digestivo también se beneficia. Cuando estás relajado, tu cuerpo puede digerir mejor los alimentos y absorber más nutrientes. La tensión interfiere con la digestión, así que Savasana optimiza este proceso completamente.

Beneficios mentales y emocionales

Paz mental y liberación emocional durante la práctica de Savasana

Savasana es donde tu mente realmente aprende a soltar control. Durante el día resuelves problemas constantemente. Tu mente no descansa ni un segundo. Savasana te enseña a estar sin hacer, sin pensar, sin analizar.

Este descanso mental profundo recarga tu energía. Después de Savasana te sientes renovado, como si acabaras de dormir ocho horas. Tus patrones mentales se interrumpen y tu cerebro puede reconectarse.

La práctica regular de Savasana reduce significativamente la ansiedad y la depresión. Accedes a estados de profunda paz que tu mente estresada rara vez experimenta. Con el tiempo, este estado se vuelve más accesible incluso fuera de la colchoneta.

Muchas personas descubren durante Savasana emociones reprimidas que necesitaban liberar. Es común llorar o sentir emociones intensas. Esto es completamente normal y parte del proceso de sanación emocional que proporciona esta postura.

Cómo hacer Savasana correctamente

Mujer en savasana con almohada y manta en postura técnicamente correcta La posición básica es simple: **túmbate de espaldas** con las piernas separadas aproximadamente al **ancho de los hombros**. Gira tus palmas hacia arriba y deja que tus brazos descansen a unos quince centímetros de tu cuerpo. Tu cabeza debe estar alineada con tu **columna vertebral**.

Asegúrate de que tu cuerpo esté completamente cómodo antes de empezar. Coloca un cojín bajo la cabeza si es necesario. Algunos yogis usan una manta enrollada bajo las rodillas para apoyar la curva natural de su espalda.

Cierra los ojos suavemente. No presiones los párpados, déjalos naturales. Tu boca debe estar ligeramente entreabierta, permitiendo que la mandíbula se relaje. Muchas personas mantienen la mandíbula tensa sin darse cuenta.

Recorre mentalmente cada parte de tu cuerpo desde los pies hasta la cabeza, conscientizando cualquier tensión. Cuando encuentres rigidez, observa cómo libera con cada exhalación. Este escaneo progresivo del cuerpo prepara el terreno para la relajación completa.

Errores comunes que arruinan tu Savasana

El error más grande es pensar demasiado durante Savasana. Tu mente intentará resolver problemas, planificar el día siguiente o juzgar tu práctica. Observa estos pensamientos sin engagement y déjalos pasar como nubes.

Otro error crucial es moverte constantemente. Una vez que te tumbas, deberías estar inmóvil durante toda la postura. Cada movimiento reinicia el proceso de relajación de tu sistema nervioso. El movimiento agita el agua que acabas de calmar.

No uses Savasana para dormir. Si caes dormido regularmente, significa que necesitas más descanso general. Duerme lo suficiente por la noche para poder mantener la conciencia despierta durante Savasana. La diferencia entre dormir y descansar es fundamental.

Evita usar tu móvil o distraerte mentalmente pensando en otros lugares. Savasana requiere que estés presentes en tu cuerpo, aquí y ahora. La mente dispersa no puede acceder a los beneficios profundos de esta práctica transformadora.

Técnicas de relajación consciente durante Savasana

Técnicas de body scan y respiración consciente para profundizar en Savasana

La respiración de caja es excelente para calmar tu mente antes de Savasana. Inhala contando hasta cuatro, retén el aire contando hasta cuatro, exhala contando hasta cuatro, retén vacío contando hasta cuatro. Repite cinco ciclos y luego vuelve a la respiración natural.

Un método poderoso es el body scan o escaneo corporal. Comienza con los dedos de los pies. Visualiza una luz dorada que entra en ellos, relajando cada célula. Mueve esta luz lentamente hacia los tobillos, pantorrillas, muslos, caderas, y así hasta alcanzar la coronilla.

El mantra silencioso funciona bien para personas cuyos pensamientos no paran. Repite internamente una palabra como “paz” o “soltando”. No debe ser forzado; deja que el mantra fluya naturalmente con tu respiración, como un murmullo interno.

Practica la visualización guiada. Imagina un lugar donde te sientas completamente seguro: una playa, un bosque, montañas. Invierte todos tus sentidos en esta visualización. Siente el aire, escucha los sonidos, huele el ambiente. Esta inmersión profunda aquieta completamente la mente.

Cuánto tiempo deberías permanecer en Savasana

Mujer en savasana profunda con reloj de arena mostrando duración del descanso El **mínimo recomendado** es **cinco minutos**, pero esto apenas comienza a **activar** tu **sistema parasimpático**. Diez minutos es mejor. Quince minutos es excelente. A partir de veinte minutos comienzas a experimentar cambios cerebrales significativos.

Si estás en una clase de yoga, la duración de Savasana debe ser aproximadamente el diez por ciento del tiempo total. En una clase de sesenta minutos, Savasana debería durar mínimo seis minutos. En una clase de noventa minutos, quince minutos es ideal.

Para tu práctica personal, intenta aumentar gradualmente. Comienza con cinco minutos la primera semana. Suma un minuto cada semana hasta alcanzar quince o veinte minutos. Más allá de treinta minutos, el beneficio adicional disminuye para la mayoría.

Ten en cuenta que cuando practicas en casa, puedes hacer Savasana sin presión de tiempo. No necesitas levantarte rápidamente. Tu cuerpo necesita varios minutos para reactivarse gradualmente. Muévete lentamente, estira suavemente, luego siéntate antes de ponerte de pie.

La transición de Savasana es crucial

Muchas personas arruinan los beneficios de Savasana levantándose demasiado rápido. Tu cuerpo acaba de desacelerar completamente. Levantarte bruscamente causa un shock a tu sistema nervioso. Tómate al menos tres minutos para reintegrarte gradualmente.

Comienza moviendo lentamente los dedos de los pies y las manos. Estira suavemente tus brazos sobre tu cabeza. Dobla las rodillas hacia el pecho. Gira hacia el lado derecho, permaneciendo algunos segundos antes de incorporarte a posición sentada.

Una vez sentado, respira profundamente varias veces. Mantén los ojos cerrados unos momentos. Cuando abras los ojos, hazlo lentamente, permitiendo que la luz entre gradualmente en tu vista. Este proceso respeta la recalibración que tu cuerpo necesita.

Si tienes tiempo, permanece sentado en Sukhasana (postura fácil) durante otros cinco minutos. Esto prolonga el estado de calma y permite que tu mente integre todo lo experimentado.

Por qué Savasana es difícil para muchos

Superando los desafíos de la mente inquieta durante Savasana

Savasana es desafiante porque requiere rendición completa de tu mente. Vivimos en una cultura de producción y logros constantes. Descansar sin hacer nada genera culpa en muchas personas. Pero este descanso no es ociosidad, es medicina verdadera.

Muchas personas con ansiedad encuentran Savasana especialmente difícil. Su mente acelera cuando intentan relajarse. Las técnicas como el body scan o el mantra funcionan mejor para estos casos. Con práctica consistente, incluso una mente ansiosa aprende a descansar.

Otros luchan con Savasana porque el silencio permite que emociones reprimidas emerjan. Cuando dejas de hacer, tienes espacio para sentir. Esto puede ser incómodo inicialmente, pero es el camino hacia la sanación verdadera.

La mejor forma de avanzar es tener paciencia conmigo mismo. Cada persona necesita un tiempo diferente para aprender a soltar. Con práctica semanal, tu capacidad de relajación mejora exponencialmente. Eventualmente, Savasana se convierte en lo que anhelas en cada clase.

Incorpora Savasana a tu rutina diaria

Mujer saliendo de savasana con expresión renovada incorporándola a rutina diaria **No necesitas** hacer una clase completa de yoga para practicar Savasana. **Puedes hacerla** en cualquier momento que necesites **recalibrar** tu sistema nervioso. Cinco minutos al mediodía **transforman tu tarde** completamente.

Si trabajas en una oficina, practica Savasana durante el almuerzo. Tu productividad aumentará por la tarde. Si estás estresado por una situación, tómate diez minutos para descansar conscientemente. Tu capacidad de respuesta mejorará dramáticamente.

Muchas personas la practican por la noche después del trabajo, antes de cenar. Esto te permite soltar el estrés del día completamente. Otros la hacen por la mañana antes de comenzar el día, creando una base de calma para todo lo que viene.

Incluso si practicas yoga solo una o dos veces por semana, puedes hacer Savasana diariamente en casa. Es el acto más transformador que puedes añadir a tu vida. No requiere equipo, no es complicado, pero cambia todo.

Tu viaje hacia la relajación verdadera

La relajación no es un destino donde llegas y terminas. Es una habilidad que desarrollas con práctica consistente. Savasana es tu escuela de entrenamiento. Cada vez que practicas, enseñas a tu cuerpo y mente a descansar más profundamente.

Los beneficios se acumulan lentamente. Después de una semana, dormirás mejor. Después de un mes, tu estrés disminuirá notablemente. Después de tres meses, habrás experimentado una transformación en cómo maneja tu cuerpo la tensión.

No compares tu Savasana con la de otros. Tu mente puede ser ruidosa mientras la de la persona a tu lado está serena. Eso está bien. Tu proceso es único. Lo importante es la intención y consistencia, no la perfección.

Recuerda que cada vez que practicas Savasana, estás invirtiendo en tu salud mental y física. No es tiempo perdido, es tiempo ganado. Tu futuro yo agradecerá las decisiones que tomas hoy para cuidar tu bienestar integral.

Empieza tu práctica consciente de Savasana hoy

No esperes a la próxima clase de yoga para experimentar Savasana. Puedes practicarla ahora mismo. Busca un lugar tranquilo, túmbate, y dedica quince minutos a relajación consciente. Tu cuerpo notará la diferencia inmediatamente.

Si esta es tu primera vez, expectativas bajas al principio. Tu mente estará activa. Esto es completamente normal. Después de varias prácticas, accederás a estados más profundos de tranquilidad. La paciencia es tu aliada más valiosa en este camino.

Savasana no es el final de tu práctica de yoga, es el corazón de ella. Es donde toda la transformación se integra. Respeta esta postura, dedícale tiempo, y observa cómo tu vida entera mejora.

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